Estos cuadros están en la casa del Siboney (el barrio de mi papá), cuando mi abuela era más joven siempre pasaba por delante de una tienda de antigüedades cuando salía del trabajo y miraba en una vitrina estos cuadros. Le dijo a la dueña que si algún día los quería vender que le avisara, llegó el día en que la tienda cerró y mi abuela compró los cuadros, éstos adornaron la casa durante cincuenta años (toda la vida de mi papá incluyendo mi infancia), y ahora que la humedad los había destrozado casi al completo vuelven a Cuba después de haberlos reparado digitalmente. Son un detalle clave de lo que significa Cuba para mi ya que desde que alcé la mirada estoy viendo estas ninfas.
